El Presidente de la Mancomunidad Vega del Henares ha presentado hoy en la Delegación de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha los resultados de la primera fase de este proyecto piloto para el compostaje de residuos orgánicos junto con el Viceconsejero de Medio Ambiente, Agapito Portillo, que ha destacado sus aspectos positivos tanto desde el punto de vista medioambiental como educativo.
El Viceconsejero de Medio Ambiente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha ha conocido hoy de primera mano los resultados de la primera fase del proyecto piloto para el compostaje residuos orgánicos que inició la Mancomunidad Vega del Henares en el mes de abril, denominado ‘Henares Agrocomposta’, en una jornada técnica y didáctica a la que han asistido medio centenar de personas en la Delegación de la JCCM en Guadalajara. El Presidente de la Mancomunidad Vega del Henares, Santiago Casas, ha sido el encargado de encabezar la presentación del acto y de ofrecer los resultados globales, acompañado también por el delegado de la Junta en Guadalajara, Alberto Rojo; el Secretario General de COAG en Castilla-La Mancha, Ángel Galve, y el director provincial de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Santos López.
La presencia del viceconsejero ha tenido como fin comprobar el funcionamiento de esta experiencia, para valorar si es extrapolable a otros puntos de la región. “Sobre todo, saber si los agricultores están contentos y dispuestos a utilizar este compost como fertilizante”. Este último aspecto ha sido verificado por Ángel Galve, que mostró el apoyo de su organización agraria al proyecto desde el principio y que ha puesto de manifiesto la predisposición de los agricultores de la misma a utilizar el compost que se obtiene de los residuos orgánicos recogidos mediante este sistema como fertilizante.
Del mismo modo, el responsable de Medio Ambiente ha valorado los aspectos positivos de ‘Henares Agrocomposta’ tanto desde el punto de vista medioambiental como educativo, ya que buena parte de la recogida de residuos orgánicos se lleva a cabo en centros educativos. “Los niños son los que con su educación implantarán un sistema de separación de los residuos domésticos que hará, no sólo que cumplamos la normativa, sino que tengamos un futuro mejor y más sostenible para todos los ciudadanos”, ha afirmado.
Este proyecto piloto, encabezado y financiado desde la MVH, con el asesoramiento técnico de Economías BioRegionales, el apoyo logístico de AFAUS Pro Salud Mental, y el institucional de la Consejería de Educación y COAG en Guadalajara, ha recogido más de 13 toneladas de materia orgánica procedente de los comedores escolares de siete colegios de cinco municipios pertenecientes a la Mancomunidad: tres de Azuqueca (‘La Paz’, ‘Maestra Plácida’ y ‘La Espiga’), el colegio ‘Parque Vallejo’ de Alovera, ‘Los Olivos’ de Cabanillas, el ‘Cristo de la Esperanza’ de Marchamalo y el ‘Virgen de la Granja’ de Yunquera de Henares. El colegio de Fontanar también ha participado en las jornadas didácticas ofrecidas, aunque sus residuos ya se entregan a avicultores de la zona, y su ayuntamiento acaba de iniciar una recogida voluntaria de orgánicos a pequeña escala. A ellos se ha sumado recientemente una empresa cervecera en Quer, y se espera ampliar el proyecto próximamente.
Franco Llobera, técnico de Economías BioRegionales, asociación supervisora del proyecto, presentó los datos pormenorizados de esta primera fase así como los posibles modelos de aplicación a futuro del agrocompostaje como alternativa complementaria a otros sistemas de reciclado de residuos orgánicos. En este sentido, Santiago Casas señaló que, aunque Henares Agrocomposta recoge solo una pequeñísima parte del total de los residuos orgánicos que se generan en las nueve localidades que componen la MVH, considera esta experiencia como “válida para poder establecer una pauta de trabajo que nos permita avanzar hacia la implantación del quinto contenedor, el de restos orgánicos, en el año 2020. La Unión Europea ha establecido que debemos llegar a reciclar el 50% de los residuos totales para entonces, y sino, tendremos que afrontar multas”.
El proyecto, además de aplicar en la práctica toda la teoría del sistema del agrocompostaje como método de aprovechamiento de todos esos residuos orgánicos que no nos comemos y hasta ahora iban al vertedero, también incorpora una faceta formativa, con charlas didácticas y actividades en los centros escolares participantes. Por ello, la jornada también ha incluido a una vista a uno de los siete centros escolares donde se recogen los residuos que generan sus comedores escolaes, el CEIP ‘Los Olivos’, en Cabanillas.
“El ámbito escolar es ideal para comenzar a trabajar en sistemas nuevos de reciclado, ya que los comedores escolares producen grandes cantidades de residuos orgánicos que pueden ser fácilmente separados, pero además porque los niños y el entorno educativo es el mejor para comenzar a introducir nuevos sistemas de reciclado en la sociedad”, ha señalado Casas, que quiere avanzar rápido en la implantación de este modelo, “queremos seguir avanzando hacia la implantación de la recogida de orgánicos en el resto de colegios de los municipios mancomunados, convertirlos en nodos de recogida, y de ahí empezar a trabajar con las familias y el entorno más cercano”.
Para completar la jornada, los participantes pudieron visitar la finca de uno de los agrocompostadores, en Galápagos, donde ya se han recibido 10 toneladas de basura orgánica que están transformándose en compost. “Creemos que este modelo puede extenderse y convivir con el de las grandes plantas de tratamiento, que procesarían los residuos separados y recogidos en las grandes ciudades en mucha cantidad pero con poca calidad. Con nuestro sistema estamos logrando una cantidad ridícula de impropios que proporciona un compost de alta calidad para los agricultores, que con este sistema podrían beneficiarse tanto por el tratamiento de los residuos orgánicos en sus fincas como por la aplicación posterior del compost resultante en sus terrenos de cultivo”, ha finalizado Casas.