Tras la última ofensiva lanzada desde el Grupo del PP, que gobierna en la Diputación Provincial, contra esta mancomunidad, desde la MVH se quiere mostrar la preocupación por la utilización partidista de la institución provincial en un papel que no le corresponde y denunciar la campaña de acoso que se está llevando a cabo desde la propia Diputación contra ésta y el resto de las mancomunidades de municipios de esta provincia.

A juicio del presidente de la MVH, Julio García, esta campaña tiene dos objetivos: allanar el camino para la implantación de un servicio centralizado de recogida de residuos en toda la provincia y de paso acabar con las mancomunidades de municipios, un objetivo declarado de la nueva ley de Reforma Local impulsada por el Gobierno de Rajoy, y aprobada prácticamente en solitario por el Partido Popular, al que en el último momento hubieron de renunciar por el dictamen en contra del Consejo de Estado.

Sin embargo, aunque  retiraron del texto de la ley las medidas que más favorecían la desaparición directa de las mancomunidades, el objetivo no ha desaparecido de su agenda política.

Dentro de la estrategia a seguir, que no tiene otro propósito que el de acabar con las mancomunidades, el PP utiliza las instituciones que gobierna en favor de esa causa. La MVH no iba a ser, por supuesto, una excepción, al contrario. A pesar de que desde la Diputación nunca se ha contado con esta mancomunidad para formar parte de ese proyecto de recogida provincial, algo que no se entiende, desde el comienzo de este mandato varios ayuntamientos gobernados por el PP dejaron de pagar sus cuotas de forma sistemática. Uno de ellos, Cabanillas del Campo, trata desde hace meses de abandonar la mancomunidad, no se sabe si para integrarse en ese nuevo servicio. No es un caso aislado, ya que no es la primera vez que desde la Diputación o desde el Consorcio de Residuos se producen injerencias y  ataques injustificados contra la MVH.

Las cifras son claras

Hay tres ayuntamientos que mantienen liquidaciones sin abonar o sin compensar por las retenciones que practica el MINHAP, equivalentes a más de dos años de su aportación a la MVH y a más de 100 euros por habitante. Se trata de Cabanillas del Campo, Villanueva de la Torre y Fontanar. Sólo estos tres de los nueve que forman la MVH, que no representan ni el 25% de la población, acumulan la mitad de la deuda. Cabanillas del Campo debe las cuotas correspondientes a 34,22 meses, lo que supone una deuda por habitante y año de 159 euros. Villanueva de la Torre debe 27,80 meses, 108 euros por habitante y año y Fontanar debe 27,47 meses, 125,14 euros por habitante y años.

Para desacreditar a la MVH, tampoco les importa recurrir a la mentira: el PP en boca del diputado señor Robisco trata de convencer a la opinión pública de que la MVH es quien cobra a los vecinos por el servicio de recogida de basuras, y luego no paga a los proveedores y al Consorcio, lo cual no es cierto y él lo sabe. La mancomunidad no recauda la tasa a los ciudadanos, quienes lo hacen son los Ayuntamientos, que en la mayoría de los casos lo tienen delegado en  la propia Diputación. El señor Robisco es Vicepresidente de la Diputación y responsable del Servicio de Recaudación y sabe que cuando un ayuntamiento no paga, cuando acumula años de retraso en el pago de sus cuotas a la MVH  y sin embargo hace tiempo que ya ha recaudado la tasa correspondiente a los vecinos, ese dinero está en las cuentas del ayuntamiento respectivo o todavía en las de la diputación, o bien el ayuntamiento lo ha gastado en otras cosas.

Hay ayuntamientos como el de Cabanillas que llevan años disfrutando del servicio de recogida de residuos a pesar de no estar pagando nada y disponiendo del dinero que han pagado los vecinos. Esta actitud plantea problemas a la hora de exigir que cumplan con su responsabilidad. En cuanto a su deseo de abandonar la MVH Hay que tener presente  que una mancomunidad es una asociación voluntaria, no se retiene a nadie, pero lo primero que debe hacer cualquier municipio que quiera salirse es ponerse al corriente de pago. El coste de la salida de Cabanillas del Campo o de cualquier otro municipio, lo debe pagar el municipio o la diputación si es que lo hace para integrarse en ese nuevo servicio provincial. Quienes no lo van a pagar son el resto de ayuntamientos, ni sus vecinos.

El Grupo Popular en la Diputación, en el que están integrados los representantes de dos de los municipios más deudores, Cabanillas y Villanueva de la Torre, amenaza con llevar las cuentas de la mancomunidad al Tribunal de Cuentas y, curiosamente lo hace por una situación de deuda que ellos mismos han creado. Si esto es así, si pretenden llevar su oposición por estos cauces,  la MVH se verá obligada también a proceder contra esos ayuntamientos que, deliberada y sistemáticamente, dejaron de pagar y causaron en mayor medida la deuda de la MVH con los proveedores. Además, para combatir estas actitudes deliberadas de impago, la MVH abordará en el próximo pleno una propuesta para establecer recargos por el impago de las cuotas, con  el devengo de los correspondientes intereses de demora. Podemos entender que un ayuntamiento no pagase cuando no podía, sobre todo conociendo las deudas que a su vez han mantenido y mantienen todavía con ellos otras instituciones, como la Junta de Comunidades, pero no podemos consentir que deje de pagar porque no quiere hacerlo.